Latón
El zinc es usado como un constituyente del latón que es uno de las aleaciones con la mayor variedad de aplicaciones. Lo que es beneficioso para el mercado de latón, es por consiguiente también muy importante para el mercado del zinc.
Es un hecho que el latón es muy común en la arquitectura y decoración de interiores. Los tiradores de puerta de latón, los accesorios de ferretería, llaves, adornos para la iluminación en las casas y más aún los abundantes usos en los edificios comerciales ofrecen un amplio testimonio de su utilidad. Pero si el latón es ya tan ampliamente usado en la arquitectura, por qué todo este entusiasmo. La razón es que el latón está incrementando su popularidad entre los arquitectos, diseñadores de interiores y consumidores.
Casi es como si el mercado hubiera redescubierto un tesoro oculto en el latón y estuviera ahora ávido de mostrarlo y utilizarlo en todas partes. La tendencia es global, pero es particularmente evidente en Europa y, en una magnitud creciente en América del Norte. ¿Qué tiene de especial esta aleación que está ganándose tantos nuevos adeptos? Apreciaremos algunas de las cualidades básicas del latón que hacen que se apele a éste como un material arquitectónico. Pero primero, una introducción apropiada a esta interesante aleación, los latones comprenden una familia de aleaciones de base de cobre, en el que el zinc es un elemento principal de la aleación.
La cantidad de zinc presente en estas aleaciones va de 10% a más de 40%. Así, casi la mitad del latón que se ve, es realmente una forma de zinc. Los nombres dados a las aleaciones de la familia del latón, en algunos casos, son tan coloridas y variados como las mismas aleaciones. Histórica y técnicamente, latón se define como cualquier aleación en que los principales constituyentes son el cobre y el zinc. Así, todos los latones contienen zinc, aunque no obstante otros elementos pueden presentarse.
En el lenguaje arquitectónico se identifican todas estas aleaciones colectivamente como bronces, principalmente debido a sus usos similares, colores y sus características de desgaste. Por ejemplo, los arquitectos hablan de “bronces blancos”, “bronces amarillos”, “bronces estatutarios” e incluso “bronces verdes”. La fundición ofrece posibilidades casi infinitas para la expresión artística, no solamente para la estatuaria, sino para accesorios decorativos, adornos de fontanería innovadores y otros detalles arquitectónicos.
Los latones en los que normalmente se piensa son de un color amarillo luminoso. Los latones pueden retener indefinidamente ese color si son apropiadamente protegidos con acabados convenientes, pero la manera en que los latones cambian de color cuando envejecen abre una dimensión completamente nueva para su uso en la arquitectura. Son muy agradables (y desde el punto de vista de la corrosión buen protector) las pátinas naturales que adquiere el latón cuando envejece, lo que es sinónimo de durabilidad y la calidad. Arquitectos, diseñadores y escultores aprovechan creativamente este cambio gradual en la apariencia del latón para acentuar la eternidad de sus creaciones estructurales.
Hoy, es posible acelerar el proceso de envejecimiento del latón a través de la aplicación de tratamientos químicos. Estas “pátinas artificiales” crean en horas el acabado de la superficie que la naturaleza tomaría décadas en formar. Alternativamente, lacas durables y láminas poliméricas están disponibles ahora y pueden retener la belleza natural de la aleación como nuevo, en interiores o expuesto a la atmósfera. El reciente desarrollo de acabados de protección sumamente resistentes al tiempo, incluyendo revestimientos en polvo y revestimientos orgánicos depositados a vapor, son unas de las principales fuerzas que conducen a esta tendencia creciente de popularidad del latón. Algunos arquitectos han encontrado interesante la combinación de pátinas viejas y “nuevos” acabados de metal luminoso. La variedad de acabados de superficies y disponibilidad de colores del latón es una expresión más de la variedad casi interminable del este metal. Finalmente, el latón es medioambientalmente amistoso.
Sus componentes, cobre y zinc, son producidos hoy por procesos energéticamente eficientes. Más importante, sin embargo, es el hecho de que el latón es la aleación más completa y eficazmente reciclable de todas las aleaciones industriales. Además ofrece muy amplias opciones en la forma del producto y en el proceso de fabricación, es uno de los pocas aleaciones que se puede colorear.
El latón tiene un color y una sensación cálida y natural. También es un material higiénico cuando es usado para las manijas, barandas y cerrajerías, pues presenta el beneficio adicional de ser bacteriostático.